Cuando uno piensa en Inglaterra, inevitablemente se transporta a Londres. Más allá de la Capital del Reino Unido, hay ciudades que merece la pena visitar. Como a mí me encanta descubrir lugares en otoño, me dejé el infierno de Madrid y pasé un fin de semana en Birmingham, con la otoñada bastante acelerada en torno a sus canales y sus calles.
Recientemente se han abierto rutas aéreas desde Madrid a Birmingham, una ciudad singular por sus canales, así como por ser protagonista de la Revolución Industrial. No es una ciudad muy grande, por lo que planeé un fin de semana de 48 horas muy ajustado en Birmingham, para descubrirla y hacer alguna excursión.
Cómo aprovechar un fin de semana en Birmingham
La ciudad famosa también por la serie Peaky Blinders tiene buena conexión con Madrid. Yo llegué un viernes a última hora de la tarde, un buen momento para cenar y pasear y así descubrir Birmingham de noche.
La zona es una bella región del norte de Italia. Del país destacan ciudades como Roma o Venecia, pero Florencia y la Toscana no se quedan atrás. Sus increíbles paisajes, su historia y el patrimonio que guarda en ellos y en las ciudades que la forman, hacen que viajar por la Toscana sea parte de una crónica renacentista.
Viene a mi mente Rusell Crowe en Gladiator, paseando por sus campos. Esa es la verdadera Toscana: campos de cultivo de donde más tarde llegan a nuestro paladar deliciosos vinos de Chianti, cipreses, tonos verdes y amarillos… Una delicia para recorrer. Personalmente recomiendo quedarse en Florencia un mínimo de dos días. Allí puede alquilarse un coche para hacer una ruta por la Toscana o parte de ella.
Mi ruta por la Toscana
Siempre recomiendo tener delante un mapa y un ordenador donde buscar información y evaluar los intereses personales. Una vez hecho esto por mi parte, os cuento la ruta por la Toscana en coche que hice yo:
De Florencia a Pontedera pasando por Lucca y Pisa
Allí pasé la mañana en el Museo Piaggio, casa que fabrica las conocidas Vespas. Comida en La Pergola y marcha para Pisa, donde tomar el café y dar un paseo. La otra mitad de la tarde y sobre todo el atardecer, es imprescindible pasarlo en las murallas de Lucca. De ahí, yo volví a Florencia, donde tenía mi alojamiento. He de decir que los trenes en Italia funcionan bien y esta etapa la hice así, sin coche. Totalmente recomendable esta pequeña ruta por la Toscana en tren.
Me gusta Wes Anderson y adentrarme en su universo a través de sus películas, pero nunca lo había hecho tanto que sentí que formaba parte de una de ellas. Esto me sucedió hace cosa de un mes en el café Luce de la Fundación Prada de Milán. Éste ha sido concienzudamente diseñado y decorado por el director de cine norteamericano Wes Anderson.
La Fundación Prada en Milán
Alejado del centro de la ciudad, en un antiguo edificio abandonado con aire industrial, se encuentra la sede artística de la Fundación Prada. Sí, la firma de ropa de lujo se vuelca, como los italianos pudientes del Renacimiento, en llevar el arte a los ojos de todo el que pase por delante. Así, en 2015 inauguraron su nuevo espacio proyectado por el arquitecto holandés Rem Koolhaas, premio Pritzker. En él se exponen diferentes colecciones artísticas y exposiciones temporales.
El Café Luce de Wes Anderson en Milán
El elegido para desarrollar el proyecto del café fue el director de cine independiente -ya no ta independiente- Wes Anderson. Los universos plasmados en las películas de éste, son auténticos lugares de ensueño vintage. Enamoran a cualquiera. Moonrise Kingdom, Los Tenenmbaums y Gran Hotel Budapest son algunos de sus trabajos. En éste último, precisamente, cuenta la historia de una joven pastelera, Agatha. La chica trabaja en la pastelería de Herr Mendl y lleva pastelitos perfectamente decorados en cajas color rosa pastel. Estas podrían tener perfectamente su destino en Milán.
Un café en el Bar Luce
La carta ofrece desayunos o meriendas. Auténticos cafe latte italianos con deliciosos pasteles: croissants rellenos de crema o trozos de tarta que bien podrían haber hecho artesanalmente en Mendl´s, como comentaba antes.
No solo eso: no podían faltar helados. Se trata de los helados italianos cremosos con los que a uno se le hace la boca agua. Sabores muy coloridos y afrutados no podían faltar en la oferta en este lugar. Sin duda un viaje a la infancia, sentimiento que Wes Anderson se esfuerza por reforzar en sus trabajos.
Una obra con un punto común: Barbados. Muy propio para un blog de viajes, sin olvidar algunas pinceladas de Estilo de Vida como espectáculos, exposiciones y delicias para el paladar.
Dos actores elegantemente vestidos de trajes negros. Él y ella. ¿Son pareja? ¿Interpretan a algún personaje concreto? ¿Cuál es su papel? Hay ciertas cosas a las que el espectador está acostumbrado: a la solemnidad del teatro, a su profundidad y a su trascendentalismo. También a vislumbrar a los actores transformados en los personajes que interpretan desde el primer instante.
En Barbados, etcétera esto no existe. El diálogo -desenfadado-, los actores -más bien locutores de situaciones o multi intérpretes-, y el escenario -blanco con dos elegantes taburetes-; incitan al espectador a dejar volar su imaginación, a interpretar la obra él mismo y no los actores.
Barbados: tres obras de teatro en una
La isla como punto de escape en las tres piezas que denominan el conjunto de la obra. En ella, Fernanda Oraci y Emilio Tomé narran la historia de amor pasada de un tapicero por su clienta, la explosión sexual adolescente de una niña fan de Europe y las horas bajas de una pareja en crisis. Todos estos personajes huirían a Barbados.
Las hadas, La Comarca de los hobbits o el universo de ‘El Principito’ son reales. Existen diversos parques literarios con atracciones por el mundo, ¿lo sabías? Así, grandes novelas de la literatura universal son el eje a través del cual se mueven, inspiran y basan estos lugares de diversión, desde Francia a Nueva Zelanda. En mi última colaboración con la Revista Savia, de Amadeus, los recorro.
La variedad de parques literarios en Francia
La mayoría de visitantes de los parques galos son de nacionalidad francesa. El más conocido, Disneyland París, es internacional. Más allá de este parque, Francia es un auténtico universo de fantasía, en este caso, literaria:
Futuroscope
Situado en Poitiers, recibió en 2016 a 1,9 millones de visitantes bajo la temática de la ciencia y la tecnología llevados a la didáctica. Para celebrar su 30º aniversario, este verano abre El viaje extraordinario, una atracción inspirada en la Vuelta al mundo en 80 días, de Julio Verne. Otra de las atracciones estrella es la inspirada en la historia publicada de Arthur y los Minimoys, de Luc Besson. Elegida en 2012 por parte de la Themed Entertainment Association como la mejor del mundo, gracias a la tecnología 4D.
Les Machines de l’Île de Nantes
Un proyecto inédito producido por François Delarozière y Pierre Orefice. Está dedicado también a Julio Verne (y a Leonardo da Vinci). En este caso, a los mundos fantásticos mecánicos a través de la historia industrial de la ciudad de Nantes.
El Parque de El Principito
En Ensisheim, Alsacia abrió las puertas este parque consagrado al personaje de Saint Exupéry. Siguiendo el universo de El Principito se viaja en globo sobre otros planetas a más de 150 metros de altura, vislumbrando paisajes como el macizo de los Vosgos, el Bosque Negro y la llanura de Alsacia.
Viñales es un paisaje de postal, una estampa de película en la que uno nunca hubiese imaginado ser el protagonista. Sus campos rojizos donde se cultiva el tabaco para abastecer a todas las tabacaleras de la isla y la inmensidad de su verdor, acompañado de sus paradisíacas playas, hacen de esta pequeñísima ciudad, en la provincia de Pinar del Río, una imprescindible a la hora de visitar Cuba. ¡Lee atentamente mis recomendaciones para Viñales en tu visita a esta preciosa ciudad!
Ruta por Viñales en bicicleta
A algo más de dos horas en coche desde la Habana, en el suroeste de la isla se encuentra la provincia de Pinar del Río, un imprescindible en el viaje a Cuba. Allí, lo mejor de la naturaleza y el paraíso en forma de playa, se dan la mano para sorprender al viajero. Recomiendo ir a Viñales al menos tres días para poder conocer mínimamente la zona en la ruta por Cuba. Si decides pasar solo dos días en Viñales, tendrás que suprimir la visita completa del día en Cayo Jutías.
Mi llegada a Viñales, fue muy agradable gracias a nuestra anfitriona. Ella me informó de las actividades que podían realizarse. Decidí pasar la tarde recorriendo la zona en bicicleta. Una llamada y en media hora tenía el transporte en la puerta de la casa. Estuvimos genial en su casa, aprendimos muchísimo de las costumbres cubanas y comimos la mejor langosta, hecha por ella.
Visita a las Cuevas del Indio en Viñales
Volviendo a la bicicleta: el destino fue las Cuevas del Indio. Estaba a un paseo por una carretera en la que todo tipo de vehículo tenía presencia. Recomiendo la ruta para ir conociendo el paisaje de Viñales.
Fue un tanto triste descubrir, a la llegada, que se trata de una explotación turística. Al adentrarme en las cuevas descubrí una inmensa cola de turistas esperando para entrar desde hacía más de dos horas. Puede que fuese la única vez que me sentí engañada de mala manera en este viaje. Pedí en la taquilla la devolución de mi dinero ante el estupor de no haber sido informada de los retrasos que había dentro, no aptos para claustrofóbicos.
Eso sí: la visita tenía buena pinta y el paseo lo recomiendo, respirando aire puro, rodeada de mogotes y palmeras. También recomiendo, ya sea en bicicleta o a pie, visitar el Mural de la Prehistoria, en el Valle de Dos Hermanas. Pintado sobre roca del mogote Pita por Leovigildo González, discípulo de Diego Rivera, muestra la evolución de la vida en Cuba.
Llega el verano, el buen tiempo, las vacaciones. En verano se vive de otra forma, se aprovechan más los días y los viajes surgen casi de forma inesperada. Algo así pasó con mi ruta por Croacia e Italia en verano. Mi sueño siempre había sido, a la hora de ir a Croacia, hacerlo desde Venecia. Dicho y hecho: billetes de ida a Verona y de vuelta a Madrid desde Dubrovnik con 12 días por delante para disfrutar del Adriático.
Ruta de Italia a Croacia: Verona, Venecia y Trieste
Como la idea de viaje ideal era disfrutar de Venecia para luego desplazarse hacia Croacia, miré a qué ciudad podía llegar con vuelo directo desde Madrid y el resultado fue Verona. No conocía la ciudad de los enamorados Romeo y Julieta y la verdad es que me encantó. Disfruté de ella un día y medio, recorriéndola en bicicleta. Recomiendo mucho hacerlo así.
De Verona fuimos a Venecia en tren para pasar el día. La redes de trenes de Italia es muy amplia y hay buena conexión entre ciudades. A la llegada a Venecia, existe la posibilidad de guardar el equipaje en la propia estación de tren, ya que es muy frecuente ir solamente a pasar el día en la ciudad para recorrerla. Al final del día, otro tren nos llevó a Trieste, la puerta de Croacia. Para llegar allí, se puede ir en tren o en coche, recorriendo el Golfo de Venecia o bien en barco directamente hasta Croacia, una opción un poco más cara. Pasamos la mañana en Trieste y nos marchamos a Croacia en bus.
Ruta por Croacia (1): Rijeka, Plitvice, Zadar y Split
La ciudad de Rijeka es la tercera ciudad más grande de Croacia, después de Zagreb y Split y el principal puerto del país. Me supo a poco la tarde entera recorriendo la ciudad y una pequeña parte de la mañana del día siguiente; pero el recorrido seguía. A media mañana era hora de ir a buscar el coche de alquiler para pasar parte de la mañana y de la tarde en Plitvice, una maravilla de lugar.
Muchas veces el hilo musical de ciertos lugares no llama la atención, ni para bien ni para mal. Incluso a veces la balanza se inclina hacia lo negativo. Rescato mi artículo de hoteles musicales. Publicado en la Revista Savia, en él hablo sobre la experiencia del viajero en los hoteles musicales. En algunos se pone gran empeño en ello y el huésped se ve envuelto en melodías enriquecidas o incluso tiene al alcance de la mano la posibilidad de tocar instrumentos.
Hoteles musicales en Europa
Recorro hoteles como el Nhow Hotel en Berlin, que, a orillas del río Spree, cuenta con servicio de habitaciones en el cual se incluyen guitarras y teclados. Además cuenta con dos estudios de grabación con profesionales. También me paso por los hoteles Disney’ s All Star Music Resort, en Florida, y por el Hard Day Night, en Manchester. Mientras que el primero es un hotel familiar que homenajea estilos musicales con una piscina climatizada en forma de guitarra y una entrada a través de una rockola; el segundo, cerca de The Cavern, donde los Beatles empezaron a tocar, pone a disposición del viajero 110 habitaciones decoradas con recuerdos de la banda: desde fotos de sus actuaciones a portadas de periódicos.
Vuelvo a destacar en el blog otra de las maravillas poco conocidas que tenemos en España. Me encanta descubrir estos rincones y sentir que son parte de mi país y enorgullecerme. Vuelvo al desierto, pero esta vez en el norte. Se trata del desierto de Las Bardenas Reales; un parque natural semidesértico en en el sureste de Navarra, casi en Aragón.
En una visita a Navarra, uno no puede limitarse solamente a Pamplona. Sin duda, este espectáculo de la naturaleza no puede pasarse por alto.
Qué son Las Bardenas Reales
Las Bardenas Reales fueron declaradas Reserva de la Biosfera en 2000 por la Unesco. Se dividen en la Bardena Blanca y la Bardena negra. En la primera la escasa vegetación está ausente. Es puro desierto, por los sedimentos de sal que le dan un color blanquecino. En la segunda, sin embargo, la vegetación está presente.
Tabernas es un desierto situado en Almería, la zona más árida de todo el continente Europeo. Ha presenciado el rodaje de westerns americanos durante años en diferentes estudios de grabación construidos expresamente para ello. El desierto de Tabernas es poco conocido en España, pese a su hermosura, que hace que uno se sienta, recorriendo toda esa zona montañosa, en una maqueta a escala real.
Los rodajes en el desierto de Tabernas
Diferentes producciones se rodaron en el Hollywood europeo en las décadas de los 60 y 70. Entre ellas los llamados spaghetti western o westerns italianos de Sergio Leone con Clint Eastwood como protagonista. Destaca la mítica Trilogía del dólar del director italiano: Por un puñado de dólares (1964), La muerte tenía un precio (1965) y El bueno, el feo y el malo (1966). Tal fue el éxito que, pasada una época de abandono en los años 90, tras grabar Indiana Jones y la última cruzada (1989), directores como Álex de la Iglesia (800 balas), revivieron el lugar.
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